El Pro bono, es una expresión que surge del latín y que tiene por significado: “Por el bien público” o “Por el bien común”, resultando también conocido como “pro bono público”.

Este término generalmente es asociado a la prestación de servicios legales voluntarios y gratuitos a personas de escasos recursos, con el cual se promueve y apoya el acceso a la justicia de las personas, colectivos o comunidades en situación de desventaja o exclusión social, promoviendo con esto, las causas de interés público, garantizando con ello, la protección de los derechos humanos y el acceso a la justicia de quienes carecen de recursos.

En nuestra sociedad, es muy común que, en la educación superior, se exija el cumplimiento de horas de servicio social, como requisito exigido para alcanzar la liberación de nuestro servicio social, alcanzando la titulación como profesionistas, lo que es considerado como una retribución por parte del postulante hacia la sociedad.

Es verdad que en nuestra legislación federal, en los artículos 1°, 5° y 17° se garantiza la protección de los derechos humanos de toda persona que se encuentre en territorio mexicano, además de la obligatoriedad en la prestación de servicios profesionales de índole social, con el propósito principal de que a toda persona se le administre justicia de manera gratuita, por los tribunales que están expeditos para impartirla, en los plazos y términos que fijen las leyes, de forma pronta, completa e imparcial.

Más sin embargo no debemos confundir este término solo para algunos profesionistas, pues este, puede ser ofrecido y extendido a todos los oficios y profesiones conocidas, ya que el propósito principal del “pro bono”, es solventar y auxiliar de manera voluntaria y gratuita las necesidades de algunos grupos vulnerables de escasos recursos, brindando de esta manera un bienestar propicio a aquellos que no tienen y carecen de recursos.

También podemos encontrarnos con instituciones publicas creadas por nuestros gobiernos, con el propósito de solucionar algunos de los conflictos de los particulares de escasos recursos, como ejemplo de esto, nos encontramos con abogados, conocidos como defensores públicos o defensores de oficio, a quienes no debemos confundir con abogados “pro bono”, pues ellos al servir al público, cumplen con las actividades directamente establecidas y para las cuales fueron contratados, mientras que el abogado “pro bono” realizara las actividades para las cuales fue buscado, mismas que realizara de manera voluntaria y gratuita, sin obtener un lucro por realizarlas.

Los profesionistas que han tomado la decisión de compartir y entregar sus servicios de manera voluntaria y gratuita a personas, colectivos o comunidades en situación de desventaja o exclusión social, lo hacen con el afán de servir y apoyar a quienes menos tienen, sin obtener una remuneración económica por los servicios brindados, lo que es visto como una contribución que realiza un determinado gremio profesional para con su comunidad, comprometiéndose con su trabajo y su noble labor que no será remunerado a su favor, permitiéndonos ver su gran compromiso y gran filosofía de trabajo, y apoyo a la sociedad.

Ultima modificación 20 de julio 2022